domingo, 10 de marzo de 2013

El olvido está lleno de memoria

Son las doce treinta y siete de un domingo que no quiero olvidar. Pero la memoria es tan frágil. Quizás olvide que mis abuelos y mi mamá conversaron sobre Francia, su identidad cultural y su sistema educatvo con Sandy y Paulina. Esta última, hija de padre boliviano y madre chilena -ambos expatriados en Francia desde hace ya treinta años-.quien afirmó no sentirse francesa porque simplemente la educación que recibió de sus padres desarrolló en ella una conciencia de justicia social e igualdad de la que -su juicio- los franceses carecen por estos días, de la mano del individualismo y la pérdida de las utopías.

Quizás olvide que hoy me reencontré con un amigo que creí perdido. Que volví a la casa donde vivimos a recoger los últimos muebles. Que olvidé los maceteros vintage que compró en el persa y que quise para mi terraza y que apagué la última luz no sin cierta nostalgia.

Quizás olvide que fui a recoger esos últimos muebles en el taxi de Claudio, quien al igual que yo estudió en el San Ignacio y que me comentó que ser ignaciano significa aprender a convivir con todas las personas porque todos somos iguales. Que esa enseñanza le ha ayudado a vivir luego de perderlo todo. Quizás olvide el regalo que significó haber tomado ese taxi.

Quizás olvide que a las once y media llegó el tapicero para dejar sus herramientas, que después de esperarlo cinco meses finalmente llegó. Quizás olvide su actitud humilde y su hablar cansino. Que nos dimos la mano y me dió su cotización con un precio especial "por ser usted". 

Quizás olvide que leí la columna de Carlos Peña sobre la muerte de Chávez y que comparto plenamente el significado que atribuye a la vida de Chávez. Quizás olvide que ese artículo me hizo sentir que la vida está más allá de la izquierda o la derecha, y que no es tan importante quien tiene la razón sino el proceso a través del que las personas confrontamos las ideas, que el proceso lo es todo. 

Quizás olvide que desperté con "Las transeúntes" de Drexler, del disco "Amar la trama" donde también aparece la frase: "amar la trama más que el desenlace". Y lo que es peor, quizás olvide la importancia de esa frase, en la que elegí creer un día como hoy, que ya termina.

Porque existe el olvido escribo. Porque el olvido está lleno de memoria.

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