martes, 10 de enero de 2012

La tentación de la certeza


Ayer estuve en una reunión donde se discutió la posibilidad de que la empresa comience a utilizar las redes sociales para relacionarse con los clientes.

"No hay ningún estudio que indique que para las compañías financieras esta ha sido una experiencia exitosa". Se dijo.

El argumento es bastante razonable. ¿A qué arriesgarse a invertir en algo sobre cuyo éxito no hay certeza alguna?

Algunas personas necesitan la seguridad que otorga la experiencia de un tercero para aventurarse en lo desconocido. Esto es algo bastante natural. Por ejemplo las recomendaciones son un motor importante de nuestra conducta de consumo cotidiano. Ciertas empresas promocionan productos indicando el número de personas que ya lo ha preferido. Es lo que en buen chileno llamamos: irse a la segura.

¿Puede aplicarse el mismo criterio cuando estamos hablando de innovación corporativa?

No. A menos que se quiera llegar siempre en segundo lugar y renunciar a la posibilidad de ser pioneros. La cuestión es: ¿seguir la huella o abrir caminos?

Los amantes de los estudios seguramente querrán refugiarse en la cálida sensación que brinda la certeza, disminuyendo el riesgo de transitar por aguas caudalosas y de innegable peligro. Hay otros, en cambio, que entendemos que el dinamismo de la conducta humana y por consecuencia del mercado y la manera en que las personas se relacionan con las empresas es tal, que si bien es importante estudiar las experiencias de terceros, hay un punto donde es necesario ser pioneros.

Cuando tu negocio ha llegado a una etapa de madurez, has generado crecimiento y la competencia amenaza con quitarte una posición de liderazgo, hay que echar mano de la innovación.

¿Cuántas historias de amor no se habrían escrito si hubieramos esperado la certeza que indicara que nuestro deseo era correspondido? Muchas, probablemente. 

Es necesario que los líderes de las compañías comprendan esto. Tal como en La Gaya Ciencia de Nietzsche la muerte de dios era anunciada por un loco que no era escuchado por nadie, en las empresas son los jóvenes los naturalmente pronostican tendencias, que muchas veces son ignoradas y para el tiempo que son escuchados, ya es demasiado tarde.

Muy probablemente, las compañías que abandonen la tentación de la certeza serán las protagonistas de los estudios que otras empresas utilizarán para desarrollar estrategias de segunda mano, que por lo mismo, difícilmente contribuirán a forjar una posición competitiva en sus respectivas industrias.

1 comentario:

  1. La innovación tiene sus límites cuando arriesga la reputación corporativa de una marca, que por demás vende confianza y seguridad. La reputación en general es algo muy difícil de lograr, lleva mucho tiempo y acciones que la van construyendo poco a poco, esto aplica tanto a empresas, como personas; sin embargo es muy fácil de dañar, solo basta con abrir la puerta.
    No apunto a la certeza, apoyo la innovación responsable que acote los riesgos y sea capaz de paliar las consecuencias, apunto a la verdadera innovación, no a estar por estar y porque todos están, eso no es innovación, hay que estar cuando la propuesta es innovadora.

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